Los titulares cambian, pero la historia sigue siendo la misma. Mujeres atrapadas en la pobreza, la desesperación y la injusticia. Madres al límite, invisibles para la sociedad hasta que un acto trágico las convierte en noticia. Elvira Luz Cruz no fue la primera ni la última.
En México y en el mundo, hay incontables historias como la suya. Mujeres empujadas al borde del abismo por la violencia, la miseria y el abandono. Elvira nació en Milpillas, Michoacán, en 1954, y desde niña la vida le negó oportunidades: creció en la pobreza extrema, sin acceso a educación, víctima de maltrato familiar. Aún adolescente, migró con su familia a la Ciudad de México, buscando un futuro mejor que nunca llegó.
Fue madre joven y sola. Su pareja la abandonó al enterarse de su embarazo. Sobrevivió como pudo, trabajando como sirvienta y uniendo su destino al de los paracaidistas que formaron la colonia Jardines del Pedregal en las faldas del Ajusco. Con Felipe Soto tuvo tres hijos más y vivió entre carencias y desesperanza.
Hasta que un 9 de agosto de 1982, la desesperación la consumió y cometió un acto que estremeció a todo México. Fue arrestada, condenada y olvidada. Su historia solo volvió a tener voz cuando, 11 años después, la abogada Mireya Toto encontró 33 irregularidades en su condena y logró su liberación.
Pero, ¿cuántas mujeres como Elvira siguen atrapadas en un sistema que las juzga sin escuchar su historia? ¿Cuántas más viven en el olvido, marcadas como monstruos cuando detrás hay años de sufrimiento y abandono?
Un testimonio que llega al teatro
El caso de Elvira es el eje de "Todas Somos Luz", una obra que nos enfrenta con la dura realidad de muchas mujeres. Bajo la dirección de Gerardo Gutiérrez, escrita por Víctor Hugo Rascón Banda y adaptada por Blanca Araceli Soto, la producción de Tierra Blanca Arts Center busca dar voz a esas historias que nadie quiere contar.
📅 Fechas y horarios:🗓 Marzo 7 y 8 – 8:00 PM🗓 Marzo 9 – 5:00 PM📍
Teatro Frida Kahlo
🎟 Boletos a la venta en:🔗 www.tierrablancaartscenter.com
📞 323-394-1010
Porque Elvira no fue la única. Y porque hay historias que no deben olvidarse.
Kommentare